La Comisión Europea ha presentado dos propuestas destinadas a proteger mejor a los consumidores que compran en línea en la UE y a ayudar a las empresas a incrementar sus ventas en línea,
cumpliendo así con su Estrategia para el mercado único digital.
Una de las propuestas aborda el suministro de contenidos digitales (por ejemplo, la transmisión en directo de música), y la otra se centra en la venta de mercancías en línea (por ejemplo la compra de ropa).
Ambas tratan los principales obstáculos para el comercio electrónico transfronterizo en la UE: la fragmentación jurídica en materia de Derecho contractual de los consumidores, que implica costes elevados para las empresas, especialmente las pymes, y el bajo nivel de confianza de los consumidores a la hora de comprar en línea en otro país. Uno de los pilares de la estrategia para el mercado único digital consiste en garantizar a los consumidores y las empresas de toda Europa un mejor acceso a bienes y servicios en línea.
Aunque el comercio electrónico está creciendo, las empresas y consumidores de Europa siguen sin poder aprovechar su pleno potencial: solo el 12% de los comerciantes de la UE venden en línea a los consumidores de otros países de la UE, mientras que los que lo hacen en su propio país son tres veces más (37%). Del mismo modo, sólo el 15% de los consumidores compra en línea en otro país de la UE, mientras que son aproximadamente tres veces más (el 44%) los que lo hacen en su propio país.