En la actualidad, siguen existiendo algunas dudas sobre la figura del Perito Calígrafo con respecto a si éste posee una formación grafológica o no. El Perito Calígrafo es el encargado de dictaminar sobre la autenticidad o no de firmas y escrituras, mientras que la labor del grafólogo es la interpretación psicológica del grafismo. De esta manera, no es lo mismo un informe pericial caligráfico que un informe grafopsicológico.
El informe grafopsicológico es de gran interés para el campo forense, dado que compone un retrato de la personalidad del autor del escrito, y además nos puede ayudar a confirmar las tendencias criminológicas y patológica que existan.
Para describir en un ejemplo la diferencia que puede haber entre un perito calígrafo sin formación grafológica y otro que sí la tenga, nos puede servir el caso de los anónimos. En el caso de un anónimo manuscrito, el perito calígrafo se ceñirá a tratar de dictaminar sobre la autoría del mismo en base a sus conocimientos técnicos, mientras que si éste tiene la suficiente formación en grafología, podrá ir más allá, y a través del estudio concienzudo del mismo, puede llegar a realizar un “retrato robot” del autor del escrito, si así se solicitara. Incluso se puede llegar a analizar para ello el sobre manuscrito, en caso de existir, para saber un poco más sobre la personalidad del escribiente.
En resumen, el perito calígrafo se centrará en el cotejo de los grafismos, sin entrar en consideraciones psicológicas, mientras que si éste tiene una base grafológica, podrá también llegar a realizar un perfil grafopsicológico del autor, siempre y cuando se nos solicite y si el escrito cumple con los requisitos suficientes para ello.
Haciendo un poco de historia, ya en 1952 Alcazar Anguita manifestaba que la peritación caligráfica se apoya en dos materias; la caligráfica y la grafológica. Por tanto; ¿puede un perito calígrafo realizar informes en base a dictaminar la autenticidad o falsedad de una firma o de un documento, sin ser necesariamente un experto grafólogo? La respuesta es sí. Ahora bien, si además este perito está lo suficientemente preparado en grafología, podrá además de lo anterior, realizar dictámenes de tipo grafopsicológico y podrá profundizar más en el método por excelencia empleado, el grafonómico.
Por último, para tratar de aclarar un poco más la labor del perito calígrafo, conviene señalar algunas de las definiciones más comúnmente empleadas en el terreno del análisis documental y que a menudo aparecen relacionadas, y que nos pueden ayudar a diferenciar la labor que realizamos:
- Pericia Caligráfica: es el análisis técnico de la escritura desde el punto de vista de la autenticidad, a través del análisis comparativo, atendiendo a las grafías cotejadas.
- Cuando se trata de detectar alteraciones en el documento, hablaríamos de Documentoscopia.
- Si el estudio se refiere, no al documento en sí mismo considerado, sino al contenido del mismo en cuanto a su escritura manuscrita, hablaremos de Grafoscopia. Centrada sobre todo, en el análisis y estudio de los denominados gestos tipo.
- Si analizamos la escritura desde el punto de vista forense-criminológico hablaremos de Grafística.
- Por último, la Grafotécnia aplicará la grafología a través de normas, métodos y técnicas prácticas y específicas, a distintas finalidades. En algunos países éste término se utiliza en lugar del de Pericia Caligráfica.
José Antonio León
Grafopec